domingo, 20 de noviembre de 2011

Lunes, 14NOV

Desde el amanecer sabemos que no va a ser un día fácil, buscando el horizonte intentamos organizar todo en un trocito de papel y cerramos las mochilas metiendo la ropa olvidada encima de la cama. Nos despedimos y con el primer ciclomotor empezamos el viaje hacía la tienda de Raj- el dueño de la tienda de informática. Zsofi baja un poco antes de llegar al destino para hacer las últimas compras del supermercado- esta palabra la gente del pueblo la puede asociar solo con las películas de Bollywood y con la vida de los “forasteros”. Una vez llegado a la tienda subo cargada con cuatro mochilas a la oficina de Raj, donde estoy esperando con una sonrisa que en mi cabeza solo la puedo asociar con las problemas.
No acabo sentarme y la avalancha empieza- solo ha conseguido 8 de los 12 monitores necesarios- ha olvidado pedir los estabilizadores, y cuando lo hace le dicen que la tienda está cerrada los lunes- empiezan a negociar- bueno, no está claro si están de verdad cerrados- se han decidido- está abierta hasta las seis- me van a esperar-  espera- el coche alquilado acaba de llegar-espera- son las cuatro y los monitores aún están de camino- para matar el tiempo vamos a comprar los cables necesarios- no tienen-nos dan una dirección- el chofer no quiere ir allí- volvemos a la tienda- son las cinco- los monitores están de camino- vamos a comprar un pen con conexión a internet- las turistas no pueden comprar- 5 minutos de espera- sí las turista pueden comprar pero necesitan una foto tipo pasaporte- nos indican un sitio a cinco minutos de su tienda-caminamos quince-hacemos la foto- esperamos otros quince- compramos el pen y volvemos a la tienda de informática- son las seis- empezamos a cargar todo en el coche- no cabe- un momento, sí que cabe pero al límite- son las siete- tenemos que ir a  cargar las sillas- el chofer protesta-está sobrecargado el coche- entonces vamos a comprar los cables- el chofer resopla- son las ocho- vamos al mercado de electrodomésticos y electrónica- cargamos el coche un poco más –el chofer resopla- - llamamos la tienda de los estabilizadores- protestas por parte del chofer- renunciamos  y empezamos el viaje hacia el pueblo- son las doce de la noche – el chofer conductor se para en un restaurante u toma un cien de whiskey- los camiones no tienen luces- los coches van todos con luces de carretera- la vida aquí se resuma al Karma- a las cuatro de la mañana llegamos- la gente de pueblo sale de sus casas o a los que duermen fuera se despiertan- despiertan el alcalde – han llegado los forasteros con las ordenadores- nos invitan a dormir en la casa del alcalde- no queremos molestar y decidimos dormir en el coche- el conductor molesta y se va a dormir en la casa- estamos cansados y nos quedamos dormidos apoyados en los ordenadores y con las narices pegadas a la ventana.


domingo, 13 de noviembre de 2011

GreenEducation en la primera semana


He intentado hacerte  un listado con las cosas que he hecho esta semana, pero no funciona y esto no porque no sé yo hacer listados sino porque aquí cualquier tontería se transforma en cuestión de minutos en un lio o una aventura. Por ejemplo el primer día cuando cogimos el autobús,  nos intentaron estafar y poner a pagar un billete de autobús cuando ese bus no tenía nada que ver con nuestro destino.

Bangalore como la India misma, es un espacio donde muy pocas cosas tienen un sentido claro, un espacio de las contradicciones, donde la pobreza y la riqueza, las costumbres y la modernidad viven juntas pero sin encontrar una fórmula mágica para crear un equilibrio tan necesario.
Nosotros estamos aquí unos días para comprar los ordenadores, el material necesario y para arreglar el tema del  transporte hasta el pueblo. No ha sido nada fácil, pero al final conseguimos promesas para el lunes y hemos reservado el para el mismo día a las 14:00.

Este sábado por fin salimos de Bangalore y fuimos a visitar el pueblo, 330 km más al norte.  Empezamos el viaje en estilo hindú con un retraso de casi una hora, y para que no nos enfademos el conductor del autobús decidió conducir  las seis horas de viaje olvidando de lo que los ¨aburridos europeos¨ llaman seguridad vial. No puedo darme cuenta si estos conductores entienden que en caso de una colisión frontal con un camión van a morir tanto ellos como los pasajeros que llevan en el bus o piensan ya en la siguiente vida y les da igual. Los ejemplos no tardaron mucho en aparecer, cuando después de unas horitas de viaje vimos un accidente bastante fuerte tras una colisión frontal entre dos camiones.  



Me imagino que las cosas por aquí en la India, funcionan a base del karma así que llegamos sin incidencias a nuestro destino – la ciudad llamada Kudligi. En la India profunda, tener zapatos es un lujo que no todos se lo pueden permitir. Nada más bajados del autobús, todas las miradas de la plaza se fijan en nosotros por unos segundos. El autobús se marcha dejando atrás nubes de polvo, mientras nosotros nos quedamos enfrente de unos conductores de auto-ricshaws que nos miran con sus ojos negros de una manera insistente, llena de curiosidad. De vez en cuando se ve a los abuelos lanzando miradas furtivas y empujando a los más pequeños para que se acerquen para decirnos ¨Hello!¨. La timidez desaparece poco a poco y dentro de unos minutos estamos rodeamos de gente preguntando que nos lleva por sus tierras. Prabu, la persona de contacto con la escuela, les explica el motivo de nuestra visita recibiendo la vista buena y el entusiasmo de los interlocutorios.

Una vez llegados al pueblo, hacemos un paso hacia otro mundo, para mi desaparecido hasta ahora y sobre cual leía solo en los libros de cuentos. Aquí los únicos que tienen una casa hecha con ladrillo y un coche son el alcalde y otros dos-tres concejales del pueblo. Las calles estrechas, llenan de niños y gente descalza y las casas muchas con tan solo un material rectangular, parecido a un chal de mujer en vez de puerta.  Nos llevaron a visitar el nuevo instituto y luego la escuela primaria para decirnos donde ponemos el laboratorio. Lo estaban viendo como una especie de disputa entre las dos instituciones.  El nuevo instituto es muy pequeño con solo 3 aulas para los 120 alumnos que lo  frecuentan diario. En la escuela primaria estudian más de 500 pequeños alumnos siendo la única escuela en los tres pueblos cercanos.  Visitamos dos aulas y viendo que solo tenían un escritorio y una silla pensamos que las han preparado para nuestro proyecto, un poco más tarde nos enteramos de la verdadera razón – los peques no tienen escritorios, en toda las escuela estudian sentados en el suelo.





Nos invitan a visitar el alcalde, luego unos concejales, viendo siempre una cosa que nos sorprende - en todas las reuniones están invitados también los sabios del pueblo (gente mayor, educada) que participan a la hora de tomar decisiones.
Me piden a mí la decisión donde hacer el laboratorio (en la primaria o en el instituto), pero se los dejo a ellos  solo presentándoles mi punto de vista y las ventajas y desventajas de cada sitio( en el instituto tenemos espacio limitado – en la primaria no hay electricidad).  Al final se deciden hacer el laboratorio en la escuela primaria y el alcalde nos promete que se va encargar de conectar la escuela a la electricidad en los siguientes dos días.



Nos despedimos con la promesa de volver el lunes con los ordenadores y el material para empezar a trabajar.

Bueno esto es todo para esta semana,  la semana que viene espero poder enseñar fotos con el estreno del laboratorio y con más historias sobre el pueblo y la gente de allí.





Un saludo y que tengas una muy buena semana,
Stefan  


PD: Las fotos la puedes ver en totalidad aquí  : Picasa Green Education