Desde el amanecer sabemos que no va a ser un día fácil, buscando el
horizonte intentamos organizar todo en un trocito de papel y cerramos las
mochilas metiendo la ropa olvidada encima de la cama. Nos despedimos y con el
primer ciclomotor empezamos el viaje hacía la tienda de Raj- el dueño de la
tienda de informática. Zsofi baja un poco antes de llegar al destino para hacer
las últimas compras del supermercado- esta palabra la gente del pueblo la puede
asociar solo con las películas de Bollywood y con la vida de los “forasteros”. Una
vez llegado a la tienda subo cargada con cuatro mochilas a la oficina de Raj, donde
estoy esperando con una sonrisa que en mi cabeza solo la puedo asociar con las
problemas.
No acabo sentarme y la avalancha empieza- solo ha conseguido 8 de los 12
monitores necesarios- ha olvidado pedir los estabilizadores, y cuando lo hace
le dicen que la tienda está cerrada los lunes- empiezan a negociar- bueno, no
está claro si están de verdad cerrados- se han decidido- está abierta hasta las
seis- me van a esperar- espera- el coche
alquilado acaba de llegar-espera- son las cuatro y los monitores aún están de
camino- para matar el tiempo vamos a comprar los cables necesarios- no
tienen-nos dan una dirección- el chofer no quiere ir allí- volvemos a la
tienda- son las cinco- los monitores están de camino- vamos a comprar un pen
con conexión a internet- las turistas no pueden comprar- 5 minutos de espera-
sí las turista pueden comprar pero necesitan una foto tipo pasaporte- nos indican
un sitio a cinco minutos de su tienda-caminamos quince-hacemos la foto-
esperamos otros quince- compramos el pen y volvemos a la tienda de informática-
son las seis- empezamos a cargar todo en el coche- no cabe- un momento, sí que
cabe pero al límite- son las siete- tenemos que ir a cargar las sillas- el chofer protesta-está
sobrecargado el coche- entonces vamos a comprar los cables- el chofer resopla-
son las ocho- vamos al mercado de electrodomésticos y electrónica- cargamos el
coche un poco más –el chofer resopla- - llamamos la tienda de los
estabilizadores- protestas por parte del chofer- renunciamos y empezamos el viaje hacia el pueblo- son las
doce de la noche – el chofer conductor se para en un restaurante u toma un cien
de whiskey- los camiones no tienen luces- los coches van todos con luces de
carretera- la vida aquí se resuma al Karma- a las cuatro de la mañana llegamos-
la gente de pueblo sale de sus casas o a los que duermen fuera se despiertan-
despiertan el alcalde – han llegado los forasteros con las ordenadores- nos
invitan a dormir en la casa del alcalde- no queremos molestar y decidimos
dormir en el coche- el conductor molesta y se va a dormir en la casa- estamos
cansados y nos quedamos dormidos apoyados en los ordenadores y con las narices
pegadas a la ventana.